sábado

Cubierto de luces como joyas vivas que te hieren mientras engrandecen tu esplendor, tu respiración me llega en cada sirena de ambulancia, el lamento de tu soledad se parece a la maldición de quien sabe que no le esperan mas que alegrías caras, por un poco de calor te vi gritando, y mientras alzabas el codo presentí que buscabas un par de pestañas que predicaran el sueño que perdiste mientras dormías, existe una tristeza de perro mojado bajo una lluvia que se niega a pertenecer a quien quisiera ser su dueño, existe y desmiente mitos fantasmas del olvido, si tan solo estuviera lo suficientemente olvidada como para morderte la lengua, beber desde tu sangre la desidia, el lujo barato de seguir marchando, al son de una canción que olvide que existía, tus manos acarician un la menor, sobre una silla mis piernas tiemblan expectantes, cuando mirabas hacia atrás seguí caminando, pisoteaba cualquier rasgo de algo divino, de un abrazo me arrancaste de la autopista.

1 comentario:

Gabriela dijo...

este me encanta y nadie le dice nada