domingo

cotidianeidad

Aunque la noche la cubra de pájaros en llamas y los perros callejeros la miren con inocencia y esperanza de comer, aunque el verde del semáforo parpadea y apurados conducores toquen la bocina con furor, aunque sonría por fuera, aunque el hambre no la amarra ni sufre de un dolor en particular, ella sigue triste y busca con nostalgia entre bufandas ojos y manos alguna señal que le indique a donde se fue la pasión, mientras sigue caminando a paso lento y de ves en cuando se detiene a fumar.