domingo

cada ves que comprendimos algo hubo una duda
y nos rompimos ciertas partes
fueron las heridas que no nos intereso lamer
las que luego nos pillan volando bajo
y se ensañan con nuestro organismo
verduguean de lo lindo
y nosotras desprevenidas con tremendas caras de pavas.

desde aqui arriba
los miro desde el ojo de la soga
soy quien no dobla las rodillas
la muerte no existe
ni yo tuve derecho a la existencia
hasta que me organicé.

entresueños

escuchaba dormida tu pulsación inquieta
soñando que el cielo abre arboles
musgosos de lagunas
olisqueando la putrefaccion, la tierra humeda
y los pedazos de sol se volvieron azules;
pero mírate:
las gotas que al principio te recorrieron la cara vienen avanzando,
pasa
bienvenido a esta casa hecha de migajas.