lunes

Camina con la garganta ardiendo de no poder llorar, va borrando cada error y pinta de colores sus pasos firmes.
Sus pupilas desbordan cielos, su sonrisa es tan clara en el reflejo del agua que no derrama.
En casa la intranquila soledad aguarda
lo que no dijo estaba
en los zurcos de sus palmas
en las arrugas cuando rie