martes

La absurda cursilería de un postre.

El chocolate de tu ausencia impregna con su amargura una lengua que se resiste a pertenecerte, cuchara en mano, acto suicida, acometo contra el postre que es tu ausencia. Le pierdo el respeto a la dulzura. Juego con la suavidad, la devoro, me detengo, dudo si llegare al final (el brillo opaco de los vasos es precioso como tu garganta), luego del cruel desenlace no hay forma de esconder el pecado cometido para esconder tu tibio recuerdo hace falta mas que un dulce placebo, y eso si que da miedo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

jeje! me hizo acorda a ese capítulo de los simpsons en que Lisa se manduca una torta entera a la noche y a escondidas.
En un momento se detiene y con ojos desorbitados dice: "Si me detengo ahora conservaré mi dignidad". Actoseguido se empieza a revolcar en la torta como si hiciera angelitos en la nieve y ríe macabramente.
Muy bueno lo tuyo.

Anónimo dijo...

Hola, soy el tercer lector, el no oficial, el menos fiel, el no invitado. Supe que no defraudarías mi espera. Esta confesión voraz es más bestial que cursi, seductoramente enérgica, los sabores helados saben ardientes.

Unknown dijo...

me encanta el chocolate... la verdad es que me gusta mucho como escribes... "tal vez es que tu ausencia la lleno con chocolates"
un saludo