cuento sobre los dias su relatividad soles lunas y alguna pelusa y otros

Hubo un día en que pude ser pelusilla gris, ratoncito en calcetín y el sol brillaba y tenia lentes y boca grande con perfecta dentadura, vivir era tan simple como despertar y sonreír y salir a caminar sin mirar atrás sin presentir el final, respirar era tan simple como ocho y ocho son elefante rosa, musgo, piedritas blancas en la arena, y escuchar olia a dulces y globos multicolores jugando al escondido con las nubes de mi casa.Luego hubo otro, mas complicado, en que vagaba por preguntas que jamas tendrían respuestas y ya el sol era sobre el mar perdiéndose y dejando a la ciudad sonrojada por su melancólica belleza y dos y dos fueron hojas de otoño gaviotas bailando, lo que esconde la sombra del árbol al que no pude subir, y la casa olia a hierbas y tierra húmeda.Y llego otro que ni siquiera pidio permiso o avisó anticipado, venia a paso lento silbando un tango que me hiciste mal, y no pude ser pelusa por que me sentí mas como barro debajo de un par de zapatillas olvidadas bajo la cama, y el sol ya no era, ahora la luna me mira triste por saber que su brillo es un reflejo robado y le devuelvo la mirada complice por que claro que si, es naturalmente obvio que ya no escucho canciones de cuna y los cosos se piraron a otro dormitorio y como me gusta el olor a cascaras de naranja sobre la estufa pero hoy no hay nada ni olor a incienso ni a nada por que hoy es uno mas uno y eso es mas que dos y no es nada y todo y parece que duele pero lejano, casi como dolor ajeno, comprado en barrio pobre, y la calle no estaba ni verde ni colorada sino gris y me cambio de vereda para no toparme con la tristeza para no mirarla a los ojos y reconocer en mi su reflejo empobrecido y patético y las nubes taparon la luna y los gatos no quieren jugar conmigo y mejor enciendo un cigarro a ver si con el olor a tabaco espanto esta soledad y de paso me duermo sin pensar en que solian ser dias tan simples y el cafe era fácil de tragar.